Mercado de Kanasín: el elefante blanco del panismo local
La historia del mercado de Villas de Oriente en Kanasín se ha convertido en el retrato más claro del fracaso panista en la gestión pública. Una inversión de más de 18 millones de pesos permanece abandonada, con sus puertas cerradas desde hace más de un año. Lo que se prometió como una obra moderna para descentralizar los servicios de la cabecera municipal y beneficiar a más de 40 mil habitantes, hoy es solo una estructura vacía, silenciosa y sin función social. Un “elefante blanco” que representa el derroche y la falta de visión de un Ayuntamiento que gasta sin rumbo y promete sin cumplir.
Edwin Bojórquez Ramírez, actual alcalde panista y presidente de la Asociación de Alcaldes y Alcaldesas de Yucatán, no ha ofrecido respuesta clara sobre el futuro de esta obra. En su momento, aseguró que el retraso se debía a un problema de conexión eléctrica; luego, que faltaba asignar los locales. Excusas van y vienen, pero la realidad permanece inmóvil: el dinero del pueblo yace atrapado en un cascarón que nunca se abrió al servicio de la gente. Mientras tanto, los habitantes de Villas de Oriente siguen esperando los beneficios prometidos.

El panismo vuelve a demostrar que su prioridad no es el bienestar ciudadano, sino la simulación. Montan obras con presupuestos inflados, reparten contratos entre amigos y posan para la foto, pero los resultados son desoladores. Edwin Bojórquez ha aprendido bien la vieja escuela del PAN: aparentar progreso mientras se hunde al municipio en la parálisis. En Kanasín, la administración azul se ríe del pueblo y convierte el trabajo público en negocio privado. Hoy, su mercado fantasma es la evidencia más visible de cómo el panismo construye monumentos al despilfarro y a la impunidad.



