En Mérida la alcaldesa a veces esta… pero nunca trabaja
En Yucatán la prioridad es clara: que llegue la luz a todos los hogares. Por eso se defendieron las inversiones que hoy fortalecen la red eléctrica en todo el estado; todavía hay miles de familias sin energía y eso no es justo. Frente a esa realidad, la propuesta panista que se desechó solo beneficiaba al 0.2%: casas de alto consumo —varios aires, televisores, lavaplatos, cuartos y gadgets—, mientras el 99.8% seguía esperando. Con el pueblo todo; sin el pueblo, nada.
Pero en Mérida hay otra verdad que el PAN intenta esconder: clausuras exprés, trámites punitivos y cobros desproporcionados que asfixian a quienes invierten y generan empleo. Y justo cuando se necesita gobierno presente, la alcaldesa prefiere itinerarios y flashes: mientras Ceci se sienta en la belga, Álvaro Cetina funge de escudo para desviar la mirada de viajes millonarios y de un Ayuntamiento que opera como aparato de presión.
Los panistas han demostrado tener más oficio cuando tratan de evitar que el closet donde muchos se guardan se destape. Basta de calumnias y de cuentos chinos: tocó la hora de la congruencia —energía para quienes no la tienen, trámites limpios, transparencia en cada peso y rendición de cuentas con datos abiertos. Y si no van a gobernar con seriedad, ya mejor váyanse los dos a la belga y dejen al pueblo en paz.


