El orden invisible: el “anteproyecto” fantasma de la tía Ceci

Dicen que Mérida camina hacia el futuro, pero con Cecilia Patrón al mando lo que avanza es la opacidad. La alcaldesa presentó con bombo y platillo el llamado Anteproyecto del Programa Municipal de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano (PMOTDUM), un documento que presume haber sido hecho “con la gente y para la gente”, pero que nadie ha visto completo. No hay PDFs, mapas, presupuestos ni consultas ciudadanas visibles; solo discursos reciclados y promesas de “una Mérida verde y sostenible”, escritas con la tinta del mismo partido que lleva años pavimentando su propio beneficio.

A puertas cerradas, entre consejeros de confianza y cámaras empresariales, se cocinó este plan que —más que una visión urbana— parece un blindaje político rumbo al 2026. Nada de lo que anuncia tiene sustento público. No existen garantías para proteger Cuxtal, ni mecanismos reales de participación ciudadana, ni claridad sobre cuánto costará o quién fiscalizará su ejecución. Lo único cierto es que cada firma, cada obra y cada anuncio se traduce en una oportunidad más para inflar contratos, engordar bolsillos y vender la idea de que el panismo “sabe gobernar”.

Lo que Cecilia llama orden y planeación, el pueblo lo reconoce como maquillaje azul sobre un basurero urbano. La Mérida panista se derrumba entre baches, especulación inmobiliaria y cinismo institucional. Bajo su discurso de “orden”, la ciudad se vende a pedazos, y los meridanos —los de verdad, los que ya no se tragan el cuento— saben que lo único que se ordena aquí son las cuentas bancarias de los mismos de siempre. Porque detrás del casco blanco y la sonrisa de campaña, sigue el mismo negocio de siempre: el de una Mérida que se apaga cada vez que el PAN prende otra lámpara.