Cargando ahora

Millones, ranchos y agua a dedo: Marko Cortés en la mira por fortuna sospechosa

589131911 122165072060756477 8907827580792089209 n

La ruta patrimonial de Marko Cortés —exdirigente del PAN y hoy senador plurinominal— exhibe un crecimiento acelerado difícil de conciliar con sus sueldos públicos, según sus propias declaraciones recientes y registros citados por dirigentes y fuentes oficiales. Reconoce tres departamentos, cuatro terrenos, dos casas, una cabaña, un local y un auto de lujo por más de 31.7 millones de pesos; además, en enero de 2025 habría adquirido de contado, en euros, un departamento valuado en 12 millones cuyo domicilio no detalló. A ello se suman dos concesiones de agua (2016 y 2021) y reportes de ranchos aguacateros en Jalisco no incluidos inicialmente en su declaración, lo que abre preguntas sobre exhaustividad y congruencia.

Durante su presidencia panista (2018–2024) se registraron compras cuyo costo superaría ampliamente su ingreso neto declarado (≈156 mil pesos mensuales). Persisten, además, señalamientos sin transparencia plena: el propio Cortés reconoció en 2011, según testimonios internos, haber recibido 70 millones de pesos de empresarios cuando buscó la candidatura en Michoacán, cifra que nunca fue explicada ante la opinión pública ni sometida a una investigación conocida. En paralelo, del 2019 al 2024 el PAN ejerció 57.6 millones en viáticos para giras internacionales sin desgloses detallados de itinerarios, hospedajes o comprobación fina de gastos, alimentando la percepción de opacidad.

Este caso condensa un patrón que críticos atribuyen a la cúpula panista: patrimonio en ascenso, controles laxos y rendición de cuentas tardía. Cortés mantuvo en reserva sus declaraciones patrimoniales durante seis años al frente del partido y solo transparentó en 2024–2025 ya como senador. No es un veredicto judicial, pero sí un expediente de dudas públicas: ¿origen de fondos, flujos y valorizaciones? ¿coincidencia temporal entre decisiones partidistas y adquisiciones privadas? En un país donde millones batallan por llenar la despensa, la política no puede ser pasarela de nuevos ricos: la única salida es auditoría independiente, publicación íntegra de contratos y bienes, y sanciones si corresponde.