El gato que quiere volver: PAN resucita a su “come cuando hay” en Chicxulub pueblo
En Chicxulub Pueblo la cosa huele mal y no precisamente a brisa marina: la cúpula panista anda desesperada buscando a quién poner de títere para 2027, y como ya nadie les cree, desempolvaron a su gato de siempre: Félix Padrón Santana, el político que cambia de dueño según quién le sirva mejor el plato de croquetas. Ese mismo que en 2018 se vendió sin pudor a la Loba Guadalupe Canto Ale, arrastrando con él a unas 300 personas —familia, colaboradores y “amigos”— para engordar la fila priista a cambio de favores. Hoy, los medios croqueteros intentan lavarlo como si fuera “el gran panista”, pero el pueblo no olvida: traidor ayer, traidor hoy, traidor siempre.
Lo más grotesco es su nueva cercanía con Cecilia Patrón Laviada, quien lo pasea por el Ayuntamiento de Mérida como si fuera uno de sus monos cilindreros favoritos. Y ya sabemos cómo opera la Tía Ceci: ella siempre tiene espacio bajo la mesa para los que se dejan humillar, para los que agachan la cabeza, para los que están dispuestos a lamer botas con tal de tener un hueso. Félix, por supuesto, cumple el perfil a la perfección. Y la jugada es clara: si el PAN no le da candidatura, ya tiene listo su brinco a “otro partido”, porque así es él, un gato come cuando hay, dispuesto a entregarse a quien sea con tal de seguir chupando del presupuesto.
Pero Chicxulub Pueblo ya no es el de antes. La gente está despierta, informada y cansada de los mismos farsantes que aparecen cada tres años a vender espejitos. Hoy, Félix puede presumir que fue alcalde, que hizo una glorieta o que encendió un arbolito navideño, pero el pueblo tiene memoria: su palabra no vale nada, su lealtad cambiaba según el sol que más calienta, y su ambición personal siempre estuvo arriba del bienestar de la comunidad. Esta vez, la ciudadanía no permitirá que la mafia panista imponga a un oportunista reciclado; Chicxulub ya eligió a su candidata y no piensa regresar a los tiempos en que los gatos comían del mismo plato que sus amos azules.


