Cecilia Patrón y su nuevo “reality” universitario: jóvenes para la foto, no para el futuro

Cecilia Patrón Laviada vuelve a mostrar su desesperación política disfrazada de empatía juvenil. Esta vez, el escenario fue la Universidad del Sur, donde —según su propio discurso— acudió a “escuchar a las juventudes”. Sin embargo, las imágenes difundidas cuentan otra historia: jóvenes sosteniendo carteles con el logo municipal, sonrisas ensayadas, cámaras bien ubicadas y un guion perfectamente armado para la foto de campaña. En lugar de diálogo, montaje; en lugar de escucha, propaganda.

El PAN meridano, encabezado por Patrón Laviada, se aferra a las fórmulas más viejas del marketing político: usar a los jóvenes como utilería, no como voz. Bajo la retórica del “bienestar”, palabra que copiaron sin pudor del movimiento que tanto desprecian, los panistas intentan simular cercanía con una generación a la que nunca comprendieron. La supuesta “atención a la salud mental y oportunidades de desarrollo” no pasa de ser un discurso hueco que busca votos, no soluciones.

Así, mientras Mérida enfrenta problemas reales —desde movilidad hasta desigualdad social—, la alcaldesa prefiere rodearse de universitarios con pancartas de colores, convertidos en extras de su propio teatro político. En un intento por recuperar lo que ya perdió, Cecilia Patrón transforma el bienestar en propaganda, los jóvenes en figurantes, y la educación en un spot. Si escuchar al pueblo es una puesta en escena, entonces el “bienestar” del PAN no es más que otra mentira con uniforme escolar.